Herreros y alquimistas, Mircea Eliade, Alianza, Madrid, 2001.
“[…] Ya las culturas más arcaicas imaginan al especialista de lo sagrado –el chamán, el hombre-medicina, el mago- como a un «señor del fuego».” 73-74
Dejamos de lado la relación entre forjadores de hierro y forjadores de canciones, pero sí destacamos “un argumento mítico-ritual, en el que el fuego ocupaba el papel de prueba de iniciación y, a la vez, de agente de purificación y transmutación.” dado al fuego en el folklore en general. 99
“El argumento «dramático» de los «sufrimientos», la «muerte» y la «resurrección» de la materia, está atestiguado desde el comienzo de la literatura alquímica greco-egipcia. La transmutación, la opus magnum, que conducía a la Piedra filosofal, se obtiene haciendo pasar la materia por cuatro grados o fases denominadas según los colores que toman los ingredientes, melanesis (negro), leukosis (blanco), xanthosis (amarillo) e iosis (rojo). El negro (la «nigredo» de los autores medievales) simboliza la «muerte» […]. […] Es el drama místico del Dios –su pasión, su muerte, su resurrección- lo que se proyecta sobre la materia para transmutarla. En definitiva, el alquimista trata a la Materia como el Dios era tratado en los Misterios, las sustancias minerales «sufren», «mueren», «renacen» a un nuevo modo de ser; es decir, son transmutadas." 134
"La «muerte» corresponde generalmente –en el nivel operatorio- al color negro que tomaban los ingredientes, a la nigredo. Y la reducción de las sustancias a la materia prima, a la masa confusa, la masa fluida, informe, que corresponde –en el nivel cosmológico- a la situación primordial, al caos. La muerte representa la regresión a lo amorfo, la reintegración del Caos." 138
"Hay que resaltar la importancia que los alquimistas concedían a las experiencias «terribles»
y «siniestras» de la «negrura» de la muerte espiritual, del descenso a los Infiernos: aparte de que son continuamente mencionadas en los textos, se las descifra en el arte e iconografía de inspiración alquímica, en las que esta clase de experiencias se traduce por el simbolismo saturnino, por la melancolía, la contemplación de cráneos, etc. La figura de Cronos-Saturno simboliza al gran destructor que es el Tiempo y, por consiguiente, tanto la muerte (=putrefactio) como renacimiento." 145
Dejamos de lado la relación entre forjadores de hierro y forjadores de canciones, pero sí destacamos “un argumento mítico-ritual, en el que el fuego ocupaba el papel de prueba de iniciación y, a la vez, de agente de purificación y transmutación.” dado al fuego en el folklore en general. 99
“El argumento «dramático» de los «sufrimientos», la «muerte» y la «resurrección» de la materia, está atestiguado desde el comienzo de la literatura alquímica greco-egipcia. La transmutación, la opus magnum, que conducía a la Piedra filosofal, se obtiene haciendo pasar la materia por cuatro grados o fases denominadas según los colores que toman los ingredientes, melanesis (negro), leukosis (blanco), xanthosis (amarillo) e iosis (rojo). El negro (la «nigredo» de los autores medievales) simboliza la «muerte» […]. […] Es el drama místico del Dios –su pasión, su muerte, su resurrección- lo que se proyecta sobre la materia para transmutarla. En definitiva, el alquimista trata a la Materia como el Dios era tratado en los Misterios, las sustancias minerales «sufren», «mueren», «renacen» a un nuevo modo de ser; es decir, son transmutadas." 134
"La «muerte» corresponde generalmente –en el nivel operatorio- al color negro que tomaban los ingredientes, a la nigredo. Y la reducción de las sustancias a la materia prima, a la masa confusa, la masa fluida, informe, que corresponde –en el nivel cosmológico- a la situación primordial, al caos. La muerte representa la regresión a lo amorfo, la reintegración del Caos." 138
"Hay que resaltar la importancia que los alquimistas concedían a las experiencias «terribles»
y «siniestras» de la «negrura» de la muerte espiritual, del descenso a los Infiernos: aparte de que son continuamente mencionadas en los textos, se las descifra en el arte e iconografía de inspiración alquímica, en las que esta clase de experiencias se traduce por el simbolismo saturnino, por la melancolía, la contemplación de cráneos, etc. La figura de Cronos-Saturno simboliza al gran destructor que es el Tiempo y, por consiguiente, tanto la muerte (=putrefactio) como renacimiento." 145